Las moscas adultas no tienen mandíbulas, sino piezas bucales chupadoras (esponjosas) o mordedoras (similares a las de los mosquitos) que utilizan para alimentarse de líquidos. Algunas se alimentan de fluidos corporales hechos de sustancias descompuestas, otras se alimentan de la sangre de los vertebrados y algunas moscas silvestres se alimentan exclusivamente del néctar de las flores.
Las larvas, por otro lado, pueden comer una gran variedad de alimentos, dependiendo de la especie. Pueden comer heces, materia vegetal o animal en descomposición, o materiales en estado fermentado, como frutas, verduras en descomposición o lodo de los desagües.