Las ratas (nombre científico “Rattus”) y ratones (nombre científico “Mus musculus”) prosperan en presencia de humanos, pero es importante mantenerlos en el exterior. Internamente suponen una amenaza para nuestra salud y pueden causar daños importantes en alimentos y elementos como cables y aislamientos.
La cantidad de ratas y ratones que sobreviven en cualquier área o en un edificio está regulada por la disponibilidad de tres recursos; comida, agua y refugio.
Los roedores simbióticos a menudo ingresan a su hogar en busca de comida, agua o refugio. Debido a que estos animales pueden propagar enfermedades graves, destruir propiedades o morder a las personas, no son bienvenidos en su hogar. Pero, ¿cómo sabemos si hay roedores en nuestro hogar? Determinar la presencia de ratones en tu hogar no es difícil si sabes reconocer las señales de su presencia:
La actividad de las ratas y ratones puede provocar graves daños estructurales y eléctricos en los edificios afectados y puede transmitir enfermedades como· hantavirus, salmonelosis, triquinosis, fiebre por mordedura de rata, enfermedad de well o leptospirosis, fiebre de tifoidea murina, cólera, hepatitis.
La transmisión de la enfermedad puede ocurrir a través del contacto directo con las mordeduras o indirectamente a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados, envases de refresco o bebidas y latería que hayan estado en contacto directo con el roedor, orín o sus excrementos:
RATA DE ALCANTARILLA:
Estas ratas se caracterizan por cavar madrigueras y generalmente es encontrada a nivel del suelo, anida bajo tierra, debajo de las losas de hormigón, en los huecos de las paredes, debajo de tarimas y equipos.
RATA NEGRA O DE TECHO:
Destacan por ser buenas trepadoras, se encuentran en vigas, techos y árboles. Anida en áticos, aislamiento de techos, techos falsos y unidades de aire acondicionado.
RATÓN DOMÉSTICO:
Es el que más exitosamente se adapta a la vida con personas. Prospera en una amplia gama de condiciones climáticas, en una gran variedad de hábitats, se alimenta de casi cualquier alimento humano y se reproduce a un ritmo notable. Presenta orejas moderadamente grandes para su cuerpo y su cola es casi tan larga como su cuerpo.
Desde pequeños nos han inculcado la imagen estereotipada de un ratón que busca de mil maneras conseguir un buen queso. No podemos olvidar a Jerry, el ratoncito testarudo que siempre es perseguido por el incansable Tom. O, para los más pequeños, no podemos olvidarnos de Remy, la adorable rata de la película Ratatouille, que esquiva todos los obstáculos y mordisquea pequeños trozos de queso. Pero la realidad dista mucho de las imágenes de dibujos animados a las que estamos acostumbrados. Tanto las ratas como los ratones son básicamente omnívoros, por lo que no les desagrada ningún tipo de alimento.
Para las ratas negras o las ratas de techo, las madrigueras suelen estar en árboles, vigas de techo, techos o agujeros en techos o paredes, y rara vez bajo tierra.